3ª Crónica Gente Pequeña en Boy’s Town
¡Hola a todos!
Durante la semana hemos continuado construyendo. Ha sido una semana muy dura de trabajo, con remolques de arena que teníamos que llenar, cargando cubos, montañas de ladrillos macizos y pesados que subíamos al tejado haciendo una cadena humana; pero esto nos fortalece como grupo y nos hace que nos cuidemos unos a otros cuando nos flojean las fuerzas.
Pero lo más impresionante de esta semana ha sido la visita a Boy’s Village y la Fundación RTU, creada por el Hermano James Kimpton, que falleció el año pasado dejando este magnífico legado que los Hermanos continúan en India.
Como nos dijo el Hno. Arockiadoss, director y administrador de Boy’s Town, no hay que ir a la Iglesia para visitar lugares sagrados. Nosotros hemos tenido la suerte de haber conocido dos de ellos, uno dentro de la fundación que tiene diferentes acciones como asesoramiento al ámbito rural, escuela de primaria, secundaria y superior, formación profesional y empresas textiles y de construcción propias, hospital y muchos más proyectos que hacen de ‘Reaching the Undereached’, un proyecto único.
Dentro de él hay dos obras que nos impresionaron: uno es la de chicas con VIH que viven en un ‘hostel’ donde reciben una asistencia médica personalizada. El ‘hostel’ es una vivienda tutelada por unas educadoras que hacen las veces de madre. Nos impresionó su afán para recordar sus nombres y sus rostros con fotos; era como si con este detalle no las fuésemos a olvidar nunca, y la verdad, es que no lo haremos.
Otra acción que nos impresionó fueron la de ‘Mother’s Houses’, casas tuteladas por una educadora que ejerce de madre de 7 niños y niñas de edades entre 0 y 13 años huérfanos y/o abandonados.
Muchos sentimientos contradictorios, muchas ideas que te resuenan en la cabeza, mucho interior que se mueve; ahora nos queda reorganizarlo, pero todavía estamos asimilándolo.
Más tarde, fuimos a ‘Boy’s Village’, un centro de acogida de menores que tiene La Salle para chicos de entre 6 y 16 años. Niños que han sido recogidos en la calle o les han dejado directamente ahí por sus familias porque no podían mantenerlos. Sus sonrisas, sus ganas de estar con nosotros, de abrazarnos y de bailar, oculta una dura realidad de la que este lugar les ha rescatado.
Otra vez, nos vamos con el corazón tocado, y con los sentimientos revueltos. Pero todo esto es bueno, seguro que crecemos y ojalá que los niños también les haga bien el tiempo compartido con nosotros.
Y finalizamos esta intensa semana con un día de vida comunitaria visitando una reserva natural en las montañas de Kodaikkanal y Diningul , en la provincia de Tamil Nadhu.
¡Hasta la próxima!
Bárbara, Isabel, Sara, Luisa, Lucía, Pepe, Ana, Marta, María y Sandra.